Lucía Muñoz responde a este cuestionario para profundizar en el Laboratorio de Creación, un espacio de trabajo de alto rendimiento y de nueve meses de duración para desarrollar el potencial creativo y artístico a través de la puesta en escena. Atentas. El próximo Laboratorio de Creación tiene lugar en Gran Canaria y comienza en octubre.

¿Por qué un Laboratorio?
Porque es lo que me hace feliz ahora mismo. Llevo tiempo en la exploración de qué es eso de ser mujer. Y la idea de un espacio de investigación con bailarinas provenientes de diferentes estilos de danza indagando en este material y plasmarlo en escena me apasiona, y es lo que quiero poner ahora en el mundo.

Por otro lado, siempre he disfrutado mucho con el proceso de creación, así que aquí me permito un espacio para profundizar y entrenar con un material que, aunque está bien definido, es bastante amplio en cuanto a cómo lo vivimos cada una y cómo lo construimos entre todas.

¿Para qué es el Laboratorio?
En su momento inicial, uno de los objetivos del Laboratorio era el de la transformación. Me intimidó lo grande de la palabra y escucharla últimamente en tantos espacios. Tengo un profundo respeto ante este proceso. Cuando una mujer direcciona la mirada hacia dentro para hacer una reflexión acerca de «qué es eso de ser mujer» a través de la danza y pone en acción todas las mujeres que la conforman, si me atrevería a decir que una de las consecuencias es la transformación en nosotras y también en el espacio con el que nos relacionamos.

¿Cómo explicarías qué es eso de intervenir en el espacio?
Esto es lo último en lo que me hallo investigando. En los últimos años mi mirada ha sido hacia dentro, trabajando con y para mujeres de diferentes lugares y contextos y profundizando en el movimiento, entrenamiento y expresión del cuerpo, poniendo a su disposición mi conocimiento acerca de anatomía y circuitos energéticos que conforman este espacio contenedor que llamamos «cuerpo». El protagonista siempre ha sido el cuerpo y la mirada hacia dentro.

Luchy López y su espacio ACa desveló «algo» que concibo todavía como misterioso y me cuesta trasladar con palabras. tiene que ver con la relación y el diálogo con el espacio, y que va mucho más allá de crear una coreografía y bailarla en un lugar que nos guste a todas. Podríamos decir que el trabajo con el espacio tiene varias direcciones: establecer un diálogo con el entorno; reflexionar sobre los paralelismos de determinados espacios y nuestro cuerpo como territorio íntimo, y recuperar diferentes acciones sociales a través de la intervención con el fin de revalorizar el territorio.

¿Luchy López participará en el Laboratorio?
Absolutamente. ¡Y estoy feliz! Sigo el trabajo de Luchy desde hace más de diez años. Es de esas cosas con que sueñas y, años después, se materializan. Pude acceder al trabajo de Luchy en Madrid y realizar una inmersión en Gran Canaria. Para mí ha sido una experiencia completamente transformadora y, si quiero dar lo mejor en el Laboratorio, desde luego quiero que Luchy López forme parte de el. Nos estará dirigiendo con su espacio Caligrafía del Movimiento en el que, como ella misma explica, identificaremos diferentes escuchas hacia dentro y hacia lo otro. El punto de partida deja de ser «yo» y pasa a ser el diálogo con «lo invisible» entre individuos y entorno traducido en gesto. Por experiencia propia, recomiendo vivirlo, pues para mí adquiere otra dimensión más allá de las palabras. Gracias a Luchy, además, conocí Zen Power.

Háblanos de Zen Power. ¿Por qué forma parte tan activa?
La razón principal es que Zen Power, para mí, es acción y va mucho más allá de un sistema de acondicionamiento físico. En los últimos dos años y medio me he entregado a este sistema, entrenando horas y horas, viajando y pasando los dos últimos veranos en el dojo de Madrid aprendiendo de la mano del maestro zen Miguel Mochales.

Enfocado al artista, Zen Power genera dos espacios fundamentales para el creador: por un lado, el vacío interno y el silencio; por otro, la capacidad de acción, potencia y fuerza en el momento adecuado, además de por supuesto ampliar tu condición física, mental y energética.

Además, Zen Power permite situarte en un lugar de acción, independientemente de tu estilo de danza o camino. Es un entrenamiento que se adapta a ti, no la persona al entrenamiento. Siendo consciente de que hay una gran diversidad de caminos hoy en día —para la creación también—, propongo el que transito y me funciona.

¿Por qué nueve meses?
Es un espacio enfocado a bailarinas profesionales o amateur nivel alto provenientes de diferentes lenguajes de danza. Es el tiempo necesario para gestar un proyecto escénico y construir un discurso común entre todas con el suficiente rigor. Además, mi residencia está en Gran Canaria, así que allí dispondremos del espacio y tiempo necesario que no puedo ofrecer a otras ciudades por el momento.

Para todas estas cuestiones, además de escribirme es necesario realizar una entrevista personal conmigo donde poder conocernos, puesto que vamos a trabajar intensamente durante nueve meses, con el mismo nivel de pasión que rigor, y me gustaría saber la motivación y tener cierta afinidad y «curiosidad creativa común».