Música y danza estuvieron siempre presentes en el pueblo gitano despertando aquello que se identifica con el duende. Después de una actuación de danzas gitanas mis compañeras me dijeron: «Gracias por tu fuerza, ha sido como ver a un animal bailando».
Una clase de danzas gitanas es el fruto de la intensa vivencia de Lucía Muñoz con el roman dance. Una danza de la tierra, un baile fuerte que propone como ayuda para arrastrar hacia la tierra todo aquello que ha sido domesticado en nuestro cuerpo con un fin: reencontrarnos con la parte más primitiva de nuestro ser, la que todos poseemos y está deseando manifestarse.
Las clases tiene un gran foco en las danzas gitanas de Turquía, las cuales Lucía Muñoz estudió e investigó de la mano de Reyhan Tuzsuz. También se entremezclan con otras danzas gitanas como kalbelya, ghawazee o gitano húngara.
Encuentros trimestrales. Próximo encuentro: 26 abril.
Centro Zen Power Canarias
(Calle Cielo, 2, 35210 Telde)
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No es necesaria experiencia previa en danza, pero sí una actitud curiosa de antemano que nos suceda internamente y que deseemos expresarla.